jueves, 6 de mayo de 2010

LOS JUSTOS

Los que cargan la honda con la piedra sagrada
que iguala la balanza y da filo a la espada.

Los que siempre sopesan virtudes y defectos,
rectificando curvos y premiando a los rectos.

Los que erguidos trabajan por los que ya no pueden,
desoyendo amenazas a las que nunca ceden.
Los que altivos defienden ideales con altura,
sin ver el protocolo de las investiduras.

Los que reparten todo con la gran maestría
(ausente de impurezas) de la sabiduría.

Los que escuchan al hombre sin actos ni entremeses,
sin la soberbia ingrata de ungirse como jueces.

Los que dan con mesura administrando bienes,
sin propiciar a algunos y empobrecer a quienes.

Los que rinden examen y ganan la subasta
anteponiendo esbeltos la ciencia y no la casta.

Los que dicen "yo hago" sin ver las apariencias,
con el convencimiento de la pura conciencia.

Los que aman y perdonan; comprenden y aconsejan;
distribuyen e igualan; moderan y asemejan.

(En un mundo que corre, que todo le resbala,
que piensa en su granero y para él sólo empala.
Que asume la justicia para el círculo estanco
que ostenta sus virtudes en la cuenta de Banco.
Para un mundo que compra con dinero el trabajo,
dinero que, seguro, viene negro y de abajo.
Para un mundo que juzga con el convencimiento
que nunca hay "dos campanas" ni un segundo argumento.
Que no vale defensa frente al principio necio
que hasta el juicio se compra si se logra un buen precio.
Para un mundo que cree que preservar la vida
es seguir abonando la conciencia suicida
de creer que "todo es mío" lo bonito y lo bueno
y tan sólo la paja se aloja en ojo ajeno).

Difícil derrotero el que los justos siguen:camino con espinas ¡muy pocos sobreviven!

En medio de las aguas sucumben como el fuego;
son como el visionario en un mundo de ciegos.

¡Adelante guerreros contra el actuar vetusto!
yo, al menos, los aplaudo...¡creo que es lo más justo!

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